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Diana Mabel Arellano
Dicere • 6 (julio-diciembre 2024) • ISSN 2954-369X • DOI: https://doi.org/10.35830/dc.vi6.72
tierra: los de mayor número de miembros de la
familia a su cargo; los de mayor mérito por sus
actividades agropecuarias; los ex combatientes de
la Guerra del Chaco (1932-1936); los ciudadanos
repatriados y los de mayor grado de instrucción.
En cuanto a las supercies máximas, el
Estatuto establece lotes de entre 20 y 200 ha.
y hasta un máximo de 200 ha. por sujeto de la
reforma agraria, destinados a actividades agrí-
colas, ganaderas, quintas y/o forestales.4
En su última reforma, ya en período demo
-
crático, el Estatuto mantiene el mismo espíritu
que las dos leyes anteriores, estableciendo en
su artículo 2 que “…promoverá la adecuación
de la estructura agraria, conducente al arraigo,
al fortalecimiento, y a la incorporación armó-
nica de la agricultura familiar campesina al
Desarrollo Nacional, para contribuir a superar
la pobreza rural y sus consecuencias, a través
de una estrategia general que integre producti-
vidad, sostenibilidad ambiental, participación
y equidad distributiva” (Ley Nº 1863, del 4 de
noviembre del 2002).
Las tierras mal habidas: delito económico
y nueva estructura agraria en Paraguay
La Comisión de Verdad y Justicia recabó, sis-
tematizó y analizó 2,000,705 adjudicaciones
de lotes por un total de 12,229,594 hectáreas,
de las cuales 4,241 lotes correspondientes a
3,336 con un total de 7,851,295 hectáreas fue-
ron adjudicadas con graves irregularidades en
función de haber sido adjudicadas a personas
no comprendidas en el Estatuto Agrario; adju-
dicaciones de más de un lote o adjudicaciones
mayores a lo establecida.5
Entre las graves irregularidades se destacan
las adjudicaciones de uno o varios lotes de por
una supercie total mayor a la establecida por ley:
•
A un centenar de miembros del régimen y sim-
patizantes y que no calicaban como sujetos
del Estatuto Agrario;
•
A las Seccionales del Partido Colorado, lo que
le permitirá al régimen stroessnista crear una
estructura de dominación política territorial
desde la cual constituir espacios políticos de
base que funcionaron como verdaderos centros
de distribución de prebendas, espionaje y de-
lación de opositores en los Departamentos se
Alto Paraná, Caaguazú, Concepción, Cordillera,
Guairá, Presidente Hayes, y San Pedro.
•
A altos mandos militares, policiales y políti-
cos, desde los presidentes Alfredo Stroessner
(1954-1989) y Andrés Rodríguez (1989-1993)
hasta el dictador nicaragüense Anastasio So-
moza Debayle (1979), a quién asiló durante
nueve meses y, aunque no logró proteger del
atentado perpetrado en Asunción, a manos del
guerrillero argentino Enrique Gorriarán Merlo,
líder del Ejército Revolucionario del Pueblo ERP
junto a Roberto Santucho, a quien le adjudicó de
manera fraudulenta, 8,000 Hectáreas en la Colonia
Eugenio Garay, Departamento Nueva Asunción.6
•
Adjudicación de más de un lote, geográca-
mente disperso, a 257 adjudicatarios con un
promedio de 2.653 Hectáreas cada uno.
• Adjudicaciones mayores a las 100 hectáreas a
1,730 adjudicatarios con un promedio de 452
hectáreas cada uno.
• Adjudicaciones mayores a las 1,500 hectáreas
establecidas para los lotes ganaderos, a 83 adju-
dicatarios con un promedio de 3,605 hectáreas
cada uno en la Región Oriental, sin expresa
autorización del Poder Ejecutivo.
• Adjudicaciones mayores a las 8,000 hectáreas
establecidas para los lotes ganaderos, a 83 adju-
dicatarios con un promedio de 11,404 hectáreas
cada uno en la Región Occidental.
•
Adjudicaciones mayores a las 200 hectáreas
establecidas para los lotes agrícolas, a 99 adju-
dicatarios con un promedio de 1,106 hectáreas
cada uno en la Región Oriental.7
En síntesis, que la totalidad de las tierras adju-
dicadas de manera fraudulenta representen el
64,1% de la totalidad de las tierras adjudicadas